Diciembre viene con el reto de siempre, ¿lo aceptas?

La brisa fría que llega todas las tardes anuncia que diciembre está por llegar, la gente se prepara para festejar las fechas que el último mes del calendario trae como regalo.

Mientras llega el acontecimiento Bianca y su amiga Diana conversan sobre la realidad que viven cada una de ellas en sus empleos, en sus hogares y en su país.

Gravitan en los temas de la injusticia, la mediocridad, el clientelismo, las influencias, la corrupción, el oportunismo, la inseguridad y el amiguismo que aprietan el cuello de una nación y asfixian el presente y el futuro de sus habitantes.

Las dos concluyen que todo lo que pasa es el resultado de las acciones de la gente, que el mal no debe desplazar al bien, que la justicia debe ser tangible y no etérea y que se debe procurar la práctica de los valores para aniquilar los antivalores.

En esta oportunidad, diciembre viene acompañado de pocas lluvias, llega de la mano del fenómeno climático del niño y reemplaza un noviembre convulsionado.

El último mes del año les propone a los terrícolas el reto de siempre, convida a las personas a ser mejores de lo que son, las invita a la reflexión, a cambiar lo que estuvo mal luego de observar con detenimiento sus acciones a través del espejo crítico que refleja sus actitudes y aptitudes, en los roles sociales que les tocó representar.

El que supere la prueba, recibirá como premio alimento para el alma y las llaves para abrir la puerta que conduce al bien común y a una mejor sociedad.

Los participantes tienen como fecha límite, para comprometerse con las reglas del reto, el último segundo de vida de los 365 días de 2023.

Desde ya está instalada la urna que recibe la voluntad y el compromiso de los cambios positivos de apego a la ética, de respeto a las leyes, del reconocimiento a la educación y del valor a la justicia social.

Acepta el reto de fin de año y lucha por superarlo o decide ser parte de la inacción y del poco importa que fortalecen las terminaciones nerviosas que hacen que prospere la energía que fortalece las manos que aprietan sin tregua la garganta hasta romper la tráquea de un país que merece ser mejor.

PROFESOR Y PERIODISTA