¿Es la democracia la mejor forma para gobernar?

Cuando hojeamos la historia de Grecia pareciera que fue en la ciudad de Atenas donde se origina esta forma de gobernar. Y fue en los siglos sexto y quinto antes del nacimiento de Jesucristo. En el sitio virtual -Elhistoriador- leemos: “¿Cómo participaban los ciudadanos en el gobierno? Clístenes, en el 510 a.C., le dio a Atenas su organización política definitiva: el Areópago, compuesto por tres miembros. El arcontado, integrado por diez arcontes, que se dedicaban a funciones administrativas y dirigían el ejército. El Consejo de la bulé o de los 500, que redactaba las leyes, controlaba a los magistrados y se encargaba de la política exterior. La Asamblea Popular o Ekklesía, integrada por todos los ciudadanos atenienses mayores de 20 años, es decir, los propietarios, reunidos en el ágora proponían las leyes que una vez redactadas por la Bulé, conocido por senado, volvían a la Asamblea para su aprobación. El tribunal de los heliastas estaba compuesto por 6.000 ciudadanos mayores de 30 años, duraban un año en su cargo y se encargaban de administrar justicia.

¿Quién era Clístenes? Fue un político ateniense que introdujo el gobierno democrático en la antigua Atenas. Clístenes había sido arconte durante la tiranía de Hipias, y ahora renunció a restablecer el antiguo orden, pero desde su cargo público de legislador, y con la aprobación del pueblo ateniense, creó las bases de un nuevo estado basado en la isonomía o igualdad de los ciudadanos ante la ley. Asimismo, creó la institución del ostracismo para evitar en lo posible todo intento de retorno de la tiranía. Para favorecer sus propósitos efectuó, desde el año 508 a. C., una reconstrucción fundamental del sistema político ateniense, lo que le llevó a figurar entre los principales legisladores de la antigüedad.” Hasta aquí la cita.

El ostracismo era una forma que tenían los griegos para expulsar a los malos ciudadanos, en especial a quienes querían retornar a la tiranía. Desde aquellos tiempos remotos este proceso llamado democracia ha sido parte esencial de los pueblos libres. El axioma que dice: “el poder emana del pueblo”, es la base fundamental de este sistema, pero en varias naciones se encuentra muy debilitado por la ambición de muchos y la penetración de las potencias fuertes. Estamos por culminar un proceso electoral donde, y de acuerdo con la democracia, le toca al pueblo elegir a sus gobernantes. Para que la escogencia sea la correcta, la que necesita la Patria, la ciudadanía deberá estar capacitada y educada. Y, según los análisis que se hacen a nivel superficial, pareciera que una gran mayoría no lo está. Allí radica el principal enemigo que no permite el avance ni el perfeccionamiento de la democracia. Según la experiencia concluyo que la mejor forma de gobierno es a través de la democracia, pero entendida que el poder emana del pueblo. ¿Qué pasará el cinco de mayo? Esa es la gran pregunta.