El Movimiento de Ciudadanos Unidos por la Constituyente (CUCO) ha dado a conocer un manifiesto a la ciudadanía que comparto con mis lectores:
“La crisis actual, por integral y profunda, exige una respuesta congruente con la trascendencia de la coyuntura, que es crucial y determinante del futuro del Estado Nacional.
Hoy día, como nunca antes, en el panorama internacional gravitan grandes fuerzas en conflicto, propuestas a asumir el control de los principales factores del poder económico y político mundial; escenario en el cual la posición estratégica de Panamá, es de importancia relevante. En medio del calamitoso estado de la educación, el electorado, se resigna a escoger a quienes, en breve plazo, deberían atender los problemas más apremiantes del país; a pesar de que, independientemente de quienes resulten favorecidos con el voto, gracias al modelo político vigente, caracterizado por la subordinación del poder político al poder económico, únicamente podrán repetir la historia; ya que, por falta de moral, de competencia y liderazgo, de la actual administración, la asfixiante impunidad y corrupción, el saqueo y el despilfarro, sustentado mediante endeudamiento, - que hipotecó el futuro de varias generaciones-, el impedimento para tomar decisiones, como Estado autónomo, será inevitable.
Modelo, que en su estado actual, además de haber profundizado la desigualdad, se distingue por el marcado deterioro de los servicios públicos; con un sistema de administración de justicia sin credibilidad, que con la judicialización de la política, ha alcanzado niveles insospechados; con un Legislativo desprestigiado. Con la penalización de las protestas públicas, que el candidato oficial, anunció impediría y para colmo de vergüenza, con la injerencia permanente del socio estratégico.
Con el árbitro electoral totalmente entregado y en control del aparato represivo, el fraude es inevitable, porque el único cambio consistirá en el reemplazo de la mayor parte de los actuales instrumentos, porque a no dudar, muchos “residuos”, tendrán pase de cortesía y se repetirá la historia. No obstante, lo peor es el reconocimiento tácito del compromiso de Estado con los objetivos del desarrollo sostenible, de la agenda 2030 y el Nuevo Orden Mundial, que ningún candidato se atrevió a mencionar; de manera tal que, pensar o creer que, con las elecciones del 5 de mayo, podremos comenzar a salir del abismo al que nos ha llevado la complicidad de la minoría con las grandes corporaciones financieras internacionales y con el complejo industrial militar, no pasa de ser una fantasía dentro de una burbuja de jabón.
Nuestro grupo, CUCO, reitera: La vía racional, pacífica, incluyente y única capaz de conferir legitimidad a la voluntad de la mayoría ciudadana, es la Constituyente. Solo así será posible sanear la administración de justicia, procesar a todos los involucrados en actos de corrupción, recuperar los bienes mal habidos e incluir en la nueva Constitución la participación ciudadana efectiva y la revocatoria de mandato para cualquier traidor o demagogo.
Por respeto a la dignidad ciudadana ¡Constituyente ya!
